sábado, 24 de diciembre de 2011

LOS CAMINOS DE LA NAVIDAD |::| hora cero del octavo paso

el dispensador dice: es hora de encender la octava vela, algo está por suceder, hoy, antes, alguna vez, tal vez mañana. La gestación de la palabra como verbo revelado está concluyendo para dar paso a la LUZ y a la FE. Todo se ha acondicionado para que así sea... todo confluye para que el verbo se traduzca en un mensaje de eternidad reflejada en el alma de cada hombre y de cada mujer cruzando por los tiempos respirables. El verbo, como tal, es sagrado en sí mismo y no necesita de otras escrituras... le es suficiente ser pronunciado bajo el sentido de la oportunidad esencial que marca a los espíritus, sólo eso. Están arribando los testigos que darán prudente testimonio del acontecimiento... testigos anónimos de los que no se revelará huella alguna, apenas atisbos que hacen a las geometrías infinitas de las palabras y sus búsquedas... quien sea curioso y pretenda descubrir, perderá el rastro y se le confundirán las huellas... quien evite razonar los legados del verbo, y mantenga en el silencio de su alma las señales del verbo, ése será guiado al umbral donde las palabras que se conjugan con las intenciones, exponiéndose al valor supremo de la pluma. Más allá de los hombres y sus cegueras, más allá de los hombre y sus soberbias, esta Navidad trae consigo una trilogía celestial que quedará expuesta a los aires, a las aguas, a los suelos, a los fuegos, para la posteridad... pudiendo permanecer más allá de los tiempos de cualquier hombre, de cualquier mujer... esta Navidad trae consigo a un verbo que irá más allá de la creación misma, conllevando el poder de copiarse, de recrearse, de elegir, de conceder, de ser portal y paraíso. No guarda importancia el "tiempo" en que suceda, más allá del acontecimiento en sí mismo, la luz que porta tendrá vida propia, capaz de dar testimonio de los "otros", de todos los prójimos nacidos en la tierra del Señor. Observa que hay convergencia de humildades... observa que hay confluencia de silencios y resignaciones... observa que la oración está revestida por la FE... observa que los presentes contienen legados de la LUZ... todos los caminos que conducen a la eternidad vienen de ella misma, un lugar que sólo contiene a las inocencias y las aceptaciones. Ante cada Navidad es necesario dar gracias por las divinas recibidas, sin omitir que cada uno de los hombres y mujeres vivos provienen de una propia, una navidad que les revela la gracia de ser por un lapso efímero, el suficiente como para descubrir y descubrirse, contemplar y contemplarse, tiempo luego del cual lo pronunciado deberá reflejarse en y con las intenciones, siendo ambas evaluadas ante el poder del peso de la pluma... nada traes para tu Navidad... simplemente te traes a tí mismo, al concierto de las oportunidades... nada te llevas para tu verdadera Navidad, la segunda... sólo tu alma, razón suficiente para que le hagas honor. Diciembre 24, 2011.- 

"... el paraíso está donde mora tu alma... sólo allí... si es negado, no está... si es negada, no está".

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